A partir de mi propia experiencia como cirujano y urólogo, he tenido la ocasión de experimentar en el quirófano, y en los servicios de urgencias y de trauma, el estrés y sus efectos. Así mismo, han sido objeto de estudio profundo a lo largo de los últimos veinte años de mi ejercicio profesional, como clínico y como terapéuta, porque a diario atiendo personas cuyo bienestar e integridad físico-emocional está severamente comprometido en razón de ello.

La vida moderna, con sus cada vez más frenéticos afanes, ha convertido al estrés crónico en el padre de las enfermedades actuales.  Suele ser origen y compañía  de estados como la ansiedad, la depresión, el insomnio, la irritabilidad y muchas enfermedades físicas.

Como médico no puedo estar de acuerdo en que la solución definitiva para ello sea medicar a las personas con fármacos para dormir o no sentir sus síntomas, o sencillamente decirles «trate de no estresarse, de no pensar en eso» o «váyase unos días de vacaciones». No. Sus efectos son serios. Nos menoscaban la calidad de la vida y nos enferman todas nuestras dimensiones:  el cuerpo, la mente, las emociones y las relaciones.

Un manejo científico del estrés.

Me he entrenado en enfoques y estrategias científicamente estudiadas, validadas objetivamente por métodos clínicos, que avalan su uso y beneficios sobre la salud.

El proceso comienza con una cita que tendremos usted y yo, y durante la cual mediremos, por varios métodos*, sus niveles de estrés.

Luego, desarrollaremos un plan personalizado en el que emplearemos algunas técnicas y dispositivos de tecnología de punta para disminuir sus efectos y para enseñarle a manejarlo efectivamente cuando se presente.

Como beneficios obtendrá un mejor dormir; Se sentirá menos ansioso y más apacible. Estará menos irritable, menos embotado, mejorará su memoria y sentirá más energía física y mental.

Cita inicial: 1h.30 min.

*Incluye el escaneo corporal por bioimpedancia.